Milton H. Erickson

Hipnosis Ericksoniana

La hipnosis ericksoniana es un estado modificado de conciencia que nos permite hacer cambios positivos en nuestros pensamientos y emociones, estando aún conscientes.

Lo más emocionante de escribir este artículo es poder compartirte un tema que me apasiona mucho y en el que tengo mucha experiencia personal y profesional.

La Hipnosis Ericksoniana tiene su nombre a partir de Milton Erickson. Fue la primera persona conocida, dentro de la psiquiatría, que utilizó este proceso de trance natural en el ser humano, como una herramienta terapéutica.

Milton Hyland Erickson nació en 1901 en Nevada, Estados Unidos. Algo que marcó su vida fue que, a sus 17 primaveras, sufrió un caso muy grave de poliomielitis que le dejó muchas secuelas; entre ellas, casi no poder moverse.

En la literatura podemos encontrar que su gran sensibilidad y su excelente memoria de los movimientos del cuerpo antes de enfermarse fueron importantes recursos para su inesperada recuperación. Al pobre hombre ¡ya de plano lo daban por muerto!

Como psicoterapeuta, he asistido a muchas conferencias acerca de Erickson. En una de ellas, durante los Congresos Internacionales en Anaheim, California, comentaron que Erickson observaba cómo una de sus hermanas más pequeñas se movía cuando estaba aprendiendo a caminar. Eso le dio también elementos para recuperar la movilidad de su propio cuerpo.

Milton H. Erickson
Miltron H. Erickson

Aún con dolores que le duraron toda su vida, pero ya lo suficientemente recuperado para moverse, entró a la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos para graduarse como médico y psiquiatra.

Erickson desarrolló la habilidad de sugestionarse o autohipnotizarse para reducir sus dolores y, al parecer, fue este descubrimiento lo que le motivó a interesarse más en desarrollar esta técnica; sobre todo, en cómo aplicarla con sus pacientes. Fue pionero en desarrollar y utilizar lo que ahora se conoce como hipnoterapia clínica, lo cual le dio mucho reconocimiento en la psiquiatría.

Creo que este es un buen momento para describir, algunas de las diferencias entre la hipnosis clásica y la hipnosis ericksoniana.

La Hipnosis Clásica.

La hipnosis clásica, a la que también podríamos llamar “de teatro” o “de espectáculo” porque popularmente se conoce en esos medios, fue desarrollada principalmente por el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien nació en 1856. Es decir, nació unos 50 años antes que Erickson, en lo que hoy conocemos como República Checa.

Para la hipnosis clásica o freudiana, es importante la profundidad del trance o del estado alterado de conciencia en el que se sumerge al paciente, si se trata de psicoterapia, o al espectador, si se trata de un show.

Para ello se utilizan las mismas instrucciones, en todas las problemáticas, sin tomar en cuenta a cada paciente en particular. Las indicaciones son directas y autoritarias porque el objetivo es que la persona llegue directamente a un trance muy profundo, en el que su conciencia queda totalmente nublada. La persona, al salir del trance, no recuerda nada de lo que sucedió.

A nivel de psicoterapia, esto permite hacer cambios en el inconsciente o regresiones a la infancia para lograr mejoras emocionales en beneficio del paciente. Pero, tristemente, en un show de teatro, se le puede dar a la persona instrucciones para cacarear como gallina o para que disfrute comer una cebolla como si fuera una jugosa manzana.

Sigmund Freud
Sigmund Freud

El problema se presenta cuando no toda la gente consigue este estado profundo de inconsciencia. Entonces, se dice que ese paciente “no es hipnotizable”. De hecho, al parecer, por esa situación Freud abandonó dicha técnica, ya que siempre fue un investigador muy detallista y vió que ese recurso no era tan eficiente para sus objetivos terapéuticos.

¿Cómo surge y qué es la Hipnosis Ericksoniana?

Por otro lado, Erickson se dio cuenta de que la hipnosis es un estado amplificado de conciencia que las personas vivimos de manera natural varias veces al día. Por lo tanto, todos somos hipnotizables. Obviamente no con la profundidad que Freud buscaba pero sí con un adormecimiento o concentración suficiente para que, a nivel terapéutico, se puedan producir cambios en beneficio del consultante.

Erickson percibía al inconsciente, como una parte de la mente, en donde se podían encontrar herramientas para la sanación emocional de la persona.

La habilidad más importante de Erickson era escuchar a sus clientes con atención para conocer su situación de vida, sus deseos de mejoría y sus objetivos a lograr para luego crear una terapia exactamente a su medida.

Un detalle también interesante es que Erickson nunca describió una técnica. Cuando los colegas le preguntaban “¿qué onda Milton, pásate la receta de cómo le haces?”, él respondía: “no sé; tú obsérvame y si descubres cómo lo hago, me avisas”.

La conclusión a la que se llegó sobre esta maestría imposible de reproducir al 100 % es que, precisamente, toda esa habilidad de observación y sensibilidad de los sentidos, que desarrolló al atravesar su enfermedad, fue la que le permitió saber exactamente en qué momento aplicar la hipnoterapia. De hecho sus sesiones duraban a veces hasta 5 o más horas, porque a él le gustaba aprovechar los trances hipnóticos naturales, para hacer sus intervenciones.

Por cierto, Erickson además era daltónico. Notaba sobre todo los colores morados. Por eso, si ves fotografías suyas, notarás que, en casi todas, hay algún accesorio de ese color.

Milton Erickson
Milton H. Erickson vestido en color púrpura.

El doctor Michael Yapko, uno de los expertos en la actualidad en este tema, nos dice que lo importante es tener buena comunicación con el consultante para que se logre modificar positivamente las necesidades que le hacen ir a consulta. También, que mediante la hipnoterapia podemos inducir o provocar los trances, sin tener que esperar a que sucedan espontáneamente, porque la mayoría de los hipnoterapeutas no tenemos la paciencia de Erickson de estar 5 horas esperando a que sucedan, aunque en 5 horas se dan, mínimo, 2 trances espontáneos.

Habría que preguntarle al doctor David del Rosario, qué opina de la hipnosis, ya que podemos modificar la percepción de la realidad para eliminar. Por ejemplo, los miedos que son la base de los pensamientos raíz, como escribí en un artículo anterior.

También, existe la hipnosis clínica en grupos. En esos casos, tratamos de trabajar con situaciones que la mayoría de la gente tenemos, como miedo a la muerte, pérdida de salud, obstáculos para lograr objetivos, duelos o que nuestra pareja adivine la clave de nuestro celular.

El que estos estados hipnóticos se produzcan espontáneamente, es la razón por la que también se le llama hipnosis naturalista.

El propio Erickson, Ernest Rossi y otros autores, definen la hipnosis como un estado “alterado” de conciencia. Sin embargo, según el doctor Arnoldo Téllez, orgullosamente mexicano, la palabra “alterado” puede hacernos pensar en algo malo o enfermo, cuando realmente se refiere a un estado diferente a estar dormido o a estar 100% despierto.

El proceso de inducción de la hipnosis.

La técnica conocida como “proceso de inducción de la hipnosis” consiste en una serie de pasos para lograr que el consultante concentre su atención en una experiencia interna o externa, invitándolo a “dejarse ir” para poder producir cambios en la conducta, sensaciones, percepciones, y pensamientos.

La hipnoterapia se compone de varios pasos: rapport, inducción, profundización, intervención terapéutica, sugestiones posthipnóticas y salida del estado de trance hipnótico.

Rapport.

Viene del frances “rapporté”, que significa “crear una relacion”. Consiste en establecer una relación de confianza entre el terapeuta y el consultante. En nuestro caso, podríamos decir que es lo que estamos haciendo tú y yo en esta explicación sobre qué es la hipnosis clínica para que te des cuenta de los beneficios que se obtienen con ella.

Inducción.

En esta etapa, se llama la atención del consultante, quien se va focalizando en algo que le interese o que sea de interés general. Por ejemplo, ser feliz.

Profundización.

Se va relajando más el cuerpo y la mente para que las ondas cerebrales lleguen a un nivel en el que el consultante se encuentra relajado y, al mismo tiempo, consciente de su tranquilidad y su seguridad.

Intervención terapéutica.

En la hipnoterapia se utilizan analogías o metáforas; es decir, historias o relatos relacionados con las situaciones que le interesa modificar o, si se trata de un grupo, acerca de algo que a todo mundo interese. Por ejemplo, deshacerse de algún obstáculo que se interpone para lograr un objetivo.

Sugestiones posthipnóticas.

Después de hacer la intervención, siempre se dejan ancladas ciertas imágenes o sensaciones, o palabras, que nos ayuden a reforzar los beneficios de la terapia, una vez que se haya terminado.

Salida del trance hipnótico.

Esto se hace de una manera suave para que la persona vaya pasando a ondas cerebrales más conscientes y, con tranquilidad (además de seguridad), regrese a un estado 100% conciente. Generalmente, después de esto, las personas comentan que se sienten despiertas y muy relajadas.

Dr. Milton H. Erickson en sesión de Hipnosis
El Dr. Erickson en una terapia de hipnosis.

Sugerencias.

Como siempre, cierro este artículo con una pequeña sección de sugerencias. En esta ocasión, solo será una: escuchar el ejercicio de Autohipnosis Ericksoniana que ya está disponible en la sección de ejercicios de meditación.

Si estás interesado o interesada en practicar esta hipnosis, debes conocer algunos detalles antes de comenzarlo:

Por último, pero no menos importante, te recomiendo que escuches el ejercicio por primera vez cuando ya lo vayas a practicar. Si lo escuchas antes de hacerlo, eliminarás un factor sorpresa que es uno de los ingredientes más importantes para su efectividad.

Cero Preocupaciones (Parte 2)

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