Mantras y Mala

Mantras (Parte 2)

Hace unos días, les escribí acerca de los mantras y cómo meditar con ellos. Ojala, hayan tenido oportunidad de consultar la meditación con mantras a través de Deva Premal y su pareja, Miten. O, al menos, que se hayan permitido practicar esta forma de meditación. Como les mencioné, el mantra “om”, es muy sencillo y lo abarca todo.

También, la vez anterior les comenté que a la meditación con mantras también se le llama japa. Pues, bueno, existe otra modalidad de la que les voy a platicar.

Pero, primero, quiero compartirles que, antes de viajar a la India, Lluvia, la guía que nos llevó, nos envió unos mantras para que los practicáramos y los dijéramos en la cueva en donde Buda meditó durante 7 años.

Yo, listilla desde chiquilla, me puse a estudiarlos. En las hojas, vienen los mantras escritos en sánscrito, con letras sánscritas. Después, en el siguiente renglón, vienen las palabras en sánscrito pero escritas con nuestro abecedario y, finalmente, en un tercer renglón, viene la traducción al español.

Obviamente, los recitaríamos en sánscrito y, entonces, me puse a estudiarlos en casa. La verdad no me acuerdo que mantras eran, pero vamos a suponer que uno era el gayatri mantra.

Dicho mantra es uno de lo más sagrados en el hinduismo y también es la personificación de la diosa Gayatri. Se supone que los sacerdotes brahmanes lo recitan mentalmente al amanecer y al atardecer. Así se ve escrito en sánscrito:

Oṃ bhūr bhuvaḥ svaḥ, tat savitur vareṇyaṃ, bhargo devasya dhīmahi, dhiyo yo naḥ pracodayāt

Una de las traducciones en español, ya que es difícil hacer una traducción literal, dice así:

“Tierra, cielo y paraíso, ese Dios del sol (suria) adorable. En su luz de Dios medito; meditando en aquél, nosotros nos entusiasmamos”.

A la hora que estábamos en la cueva, el maestro de sánscrito, Kedar, quién nos acompañó, nos dijo: “¿Traen sus hojas?”. Yo respondí que “sí”, bien emocionada.

El maestro comenzó a recitar a una velocidad increíble, al grado que no logré seguir el ritmo o identificar en cuál parte del mantra se encontraba. Como dijo Ram Dass: ¡Nunca supe qué pasó…!

Después, aprendí que, cuando ya tenemos mucha práctica, el mantra puede pulsar muy rápido. Sus sílabas ya no son detalladamente pronunciadas. En este caso, la meditación con el mantra fluye sin esfuerzo. A esta fase de la práctica se le llama “ajapa-japa” o “repetición sin esfuerzo”. Se llega a un punto en que se puede oír el mantra sin esfuerzo mental y nuestro espacio interno se llena con su sonido.

Mantras - OM

Recordemos, ¿qué significa y qué es un “mantra”?

En general, los mantras son frases o palabras que buscan hacer impacto espiritual o psicológico en la persona que los canta. La primera aparición de la palabra mantra, se encuentra en el “rigveda”, el texto más antiguo de la India. Ahí, el mantra se define como “instrumento del pensamiento”.

Si nos vamos a su origen etimológico, veremos que la palabra mantra viene del sánscrito “man”, que significa “mente”, y “tra”, que significa “liberación”. Entonces, se nos dice que los mantras liberan a la mente de la dualidad material.

¿Cómo podemos cultivar esa forma de recitar los mantras?

Al igual que en la práctica japa, tenemos la libertad de elegir el mantra con el que nosotros nos identifiquemos, el que sintamos que nos puede ayudar más en un momento determinado, el que algún maestro nos haya asignado, o incluso uno que emane de nuestro ser. En el primer artículo sobre mantras, les compartí algunos que podemos utilizar.

Al igual que el japa, la práctica nos llevará a un entendimiento más profundo de nuestra conciencia. Nos ayuda a observar nuestra vida en su totalidad. Poco a poco, irá despertando nuestra conciencia y llevándonos a una dimensión de fluidez y descanso, eliminando las distracciones y apegos que nos alejan del despertar.

Obviamente, para llegar a la práctica del ajapa-japa, seguramente, ya tenemos dominada la técnica japa. Recordemos: primero, asociamos el mantra con la respiración para practicar la concentración y evitar que la mente se distraiga.

Después, dejamos a un lado la respiración, haciéndola fácil y espontánea. Nos concentramos en el mantra, para que la mente descanse en sí misma. Finalmente, las repeticiones del mantra, fluyen más rápido y espontáneas. En esta etapa, aumenta la agudeza, apareciendo el ajapa-japa, a medida que el mantra toma ritmo y velocidad. 

Monje Budista recitando mantras.

¿Qué sucede cuando el mantra se desliza con movimiento continuo?

Cuando el mantra se desliza muy rápido, se genera un flujo de energía. Nos mantenemos aún más concentrados en el mantra y recibimos mas expansivamente sus beneficios.

En el ajapa-japa también puede ser útil el uso del mala. Sin embargo, en mi opinion muy personal, lo más probable es que acabe reventado rodando por el piso. La verdad, yo no recuerdo que el maestro llevara un mala cuando meditamos en la cueva.

El ondular las repeticiones del mantra es más común en esta práctica que en el japa. Cuando una repetición termina, inmediatamente inicia la siguiente. Si el espacio entre las repeticiones se elimina, menos pensamientos surgirán del inconsciente para distraer nuestra mente. Para lograr esto, se necesita mucha práctica y alternar la pronunciación con la respiración.

De hecho, podemos escuchar que esta modalidad, muchas veces, se hace a dos voces para que, mientras una persona o grupo de personas repite una parte, exhalando, otra inhala y se van alternando en un continuo de sonido que nos transporta a una atmósfera cien por ciento sagrada. Del mismo modo, los monjes y maestros pueden emitir palabras durante la inhalación y, las demás, durante la exhalación.

Recuerdo que, en la India, cuando estuvimos hospedados cerca de la casa del Dalai Lama, se podía escuchar los cantos de los mantras de los monjes. Era un sonido que se expandía y rebotaba en las montañas. ¡Una experiencia inolvidable!

¿Cómo saber si nuestros mantras progresan hacia el el ajapa-japa?

Un signo de progreso hacia el ajapa-japa, es la fluidez constante del sonido creado y ondular el mantra al repetirlo. La concentración se hace más profunda y, como mencionamos en el japa, el mantra puede seguirse escuchando en el interior, aun y cuando algo nos distraiga. El mantra susurra constantemente.

Otra señal de que estamos progresando es cuando nuestro mantra empieza a deslizarse espontáneamente en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, cuando estamos lavando platos, conduciendo nuestro auto o en cualquier momento puede aparecer sin esfuerzo.

Surge, permanece un rato y se va. Como un encuentro en la calle con un amigo. Llega un momento en el que podemos escuchar nuestro mantra cuando deseamos, simplemente cerrando los ojos y relajándonos.

El ajapa-japa se convierte en una fuente de paz y calma que nos centra en el bienestar.

Debemos ser conscientes que, a pesar de la experiencia, la mente puede distraerse en las prácticas. Si la mente no está bien plantada o aterrizada, las distracciones surgirán tan fácilmente como el mantra.

¿Cómo podemos anclar la concentración a un nivel más profundo?

Para mantener  la conciencia realmente enfocada, la respuesta está en volver a las bases:

  1. Poner atención en el mantra, permitiendo que las otras energías pasen de largo en la mente, sin engancharse
  2. Continuar haciendo ondas de una repetición a otra
  3. Usar un mala para una concentración más profunda. Teniendo cuidado que no acabe desbaratado por el suelo
  4. Relajarnos al fluir y acelerar el mantra; de lento a moderado a rápido
  5. Centrar nuestro corazón, nuestra intención, nuestro yo devocional e intelectual en el mantra
  6. Si los pensamientos distraen nuestra atención, bajar la velocidad del japa hasta que nuestro enfoque se estabilice

A medida que sigamos estos pasos, el japa evolucionará a ajapa-japa. Llegará un momento en el que soltaremos nuestro mala y el mantra emergerá como un sonido pulsante sin esfuerzo.

Hay que relajarnos en ese flujo espontáneo. El mantra se acunara en nuestra mente, y penetrará aún más profundo en la conciencia.

Cultivando el ajapa-japa, nuestra mente se volverá enfocada y pacífica. A lo largo del camino, encontraremos fuente de felicidad y bienestar interno. Al final el mantra se volverá algo más que un sonido: su presencia nos abrazará y  confortará.

Rolf Sovik
Rolf Sovik

Parte de esta información que les comparto, la obtuve de un artículo de la revista Yoga International, “Etapas avanzadas de la meditación con mantras”, escrito por Rolf Sovik. Él es presidente y director espiritual del Instituto Himalaya en EUA. Estudió yoga en Estados Unidos, la India y Nepal. Tiene grados en filosofía, música, estudios de oriente y psicología clínica. Inició su práctica en yoga en 1972 y fue iniciado como “pandit”, un título honorífico que se concede en la India a los brahmanes. En particular, a los especializados en escritura sánscrita.

Rolf Sovik nos dice: “la meditación con mantras es un proceso de práctica y devoción. Si estás buscando una iluminación rápida, no la encontrarás aquí, ni en ninguna otra parte.

Por último, vale la pena recordar que los mantras se pueden escuchar, cantar o seguir con las banderas que tienen los mantras escritos y que ondulan repetidamente con el viento.

Cero Preocupaciones (Parte 2)

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