El dr. del Rosario nos dice que tomar conciencia de cómo funciona nuestro organismo, nos hace libres y la libertad es indispensable para la felicidad. Buda, en su Camino Óctuple, nos habla de cómo el pensamiento o determinación correcta nos ayuda a percibir y reaccionar al mundo con compasión.

En este artículo, continuaré con la información que nos comparte el dr. David del Rosarioy las coincidencias que presenta con una figura tan reconocida como es Buda. No te pierdas la primera y segunda parte de este artículo antes de comenzar.

¿Cómo se crean los pensamientos?

En su libro, el dr. del Rosario nos habla acerca de cómo se crean los pensamientos:

Hay 4 cosas que meten su cuchara a la hora de “generar” un pensamiento: la genética, las experiencias pasadas, las condiciones del presente y las expectativas futuras.

Un pensamiento es una propuesta que hace el cerebro, compulsiva e inconscientemente. Por lo tanto, es fácil acabar confundidos con las historias que nos cuenta. Recordemos que este órgano, capta el 5 % de la realidad a través de los sentidos y, de ahí, ¡el señorito olímpicamente sólo toma el 0.01% de la información para darle vida a los pensamientos!

La conclusión es que el pensamiento creado es un 99.9% falso. David afirma que tomar conciencia de esto es indispensable para comprender cómo somos los seres de a pie, forma en la que, cariñosamente, nos llama David a los seres humanos.

Pensar es algo involuntario. Como el corazón late, el cerebro piensa; por lo tanto, no tiene caso que nos sintamos bien o mal por los pensamientos que tenemos. Con razón, a menos que seas un super gurú, es imposible poner la mente en blanco. Por ejemplo, cuando dicen que meditar es no pensar en nada, ¡yo nunca puedo! Mientras menos trato de pensar, más pensamientos se vienen a mi cabeza. David dice que mientras más evocas un pensamiento tratando de evitarlo, más lo estimulas y más se produce. ¡Ahora me lo explico todo!

Por otro lado, el dr. del Rosario indica que decidir si queremos creernos ese pensamiento es algo personal y totalmente voluntario.

Esa decisión depende solamente de nosotros y de si deseamos que esta propuesta o pensamiento forme parte o no de nuestra realidad o nuestra proyección.

Igualmente, explica que tomar conciencia de cómo somos y cómo funciona nuestro organismo nos hace libres. Esa libertad es indispensable para vivir la felicidad pero (aquí viene el reto) eso requiere práctica, confianza y honestidad.

Para mi entender, ya que estamos captando una pequeña pizca de la realidad y lo demás lo inventa nuestro cerebro a diestra y siniestra, lo más interesante de este planteamiento es que estamos en la posición VIP de elegir los pensamientos que más nos gusten. Es decir, como en buffete: este pensamiento sí, este no; a ver, este se ve medio ponzoñoso, mejor lo dejamos fuera…

Para mí, esto es un privilegio, en donde podemos aceptar la responsabilidad de ir creando nuestra realidad o proyección, eligiendo sólo los pensamientos que nos plazca y dejar de culpar mundo externo de lo que nos pasa.

Según David, hemos vivido tanto tiempo defendiendo nuestros pensamientos, como gatos boca arriba, para ahora saber que ninguna historia que salga de un cerebro, ni siquiera del de Einstein o del de Hawking, es más atinada que otra. ¡Todas son un 99.9% falsas! Aquí es en donde yo me desmayo pues he tomado como hechos las propuestas de estos dos científicos.

Del Rosario continúa advirtiéndonos que uno de los mecanismos de defensa más asombroso es el de ¡los followers o “efecto de los seguidores”!

Por ejemplo, una persona, pudiera llamarse Lola “la trailera”, plantea una historia coherente con su pasado, presente, futuro y biología personal y se lanza en busca y captura de cerebros que vean el mundo como ella para hacer que sus historias sean más creíbles.

Implacable, el dr. David afirma que “esa historia seguirá siendo un 99.9% falsa, así tenga 50 millones de seguidores o sólo cuente con su abuela».

Pero aquí no acaba la cosa pues nos habla de creencias, proyecciones o recuerdos en función del contenido de una idea cuando, en realidad, siguen siendo pensamientos. Pasaría lo mismo con un conjunto de imágenes mentales que relacionan una persona, lugar, animal o cosa con una idea.

¡Y somos tan tercos! Nuestra imagen mental se queda, literal, grabada en piedra, aunque nuestra percepción de la realidad ya sea diferente. En este momento, David nos hace una propuesta para que esta situación cambie, basándonos en la confianza y la conciencia.

¿Cuáles patrones o coincidencias podemos encontrar con la filosofía de Buda?

Revisamos otro de los puntos del Camino Óctuple de Buda, esperando encontrar algunos patrones que coincidan con lo que hemos visto hasta ahora.

En el artículo previo, platiqué acerca del primer punto: “la visión o comprensión correcta”, en el que Buda nos habla de lo ilusorio que es esta realidad que la mayoría considera como verdadera.

En el punto dos del Camino Óctuple, Buda nos habla del “pensamiento o determinación correcta” y cómo ésta nos ayuda a percibir y reaccionar al mundo de cierta forma. Las visiones que nos conducen al sufrimiento serían el deseo de poseer, la mala voluntad y la violencia. Por lo tanto, Buda aconseja: el desapego, la paz y el renunciar al intento del ego (otra de las formas como se le llama a la proyección) para controlar las cosas y que cumplan nuestros deseos.

Lo interesante que les puedo platicar, en mi experiencia como psicoterapeuta, es lo frecuente que se presentan consultantes que desean controlar su necesidad de control. Qué loco, ¿no? Pero, la verdad, ¡es un bicho que casi a todos nos pica!

Después de mucho tiempo de estar apegados a algo, la mente se resiste a renunciar a aquello que, piensa, le traerá la felicidad. Es por eso que Buda nos invita nuevamente a desapegarnos de las cosas para evitar el sufrimiento.

Aquí podemos recordar la frase del dr. del Rosario, en donde nos dice que “conocernos nos da libertad y ésta, a su vez, nos conduce a la felicidad”. Así, encontramos un nuevo patrón: la sugerencia de desapego de Buda y el concepto de libertad planteado por el dr. del Rosario.

La práctica pudiera ser, analizar las consecuencias negativas que el apego a cierta persona, cosa, droga, etc. nos puede estar generando. Otra opción sería el hacer pequeños esfuerzos o renuncias para lograr el desapego total de algo que nos hace daño y ver cómo la vida continua aunque no tengamos aquello a lo que renunciamos.

También, el Camino Óctuple invita a ser compasivo con la gente. Según este principio, si empezamos a tratar bien a toda la gente, nos caiga bien o nos caiga mal, nos ayuda a practicar la compasión e, incluso, puede llevarnos a la iluminación.

Respecto a la violencia, podríamos decir que “se logra más con miel que con hiel”. Podemos poner como ejemplo a Gandhi y a muchos héroes desconocidos, como mi santo padre, que también han logrado más por medio de la paz, que con la violencia.

El tercer punto del Camino Óctuple de Buda: “el hablar correcto”.

El tercer punto se refiere a “el hablar correcto”. Buda nos dice que las palabras tienen poder y que, a través de ellas, creamos relaciones. En el momento de usarlas mal, dañaremos esas relaciones, ya sean con otros o con nosotros mismos. Buda nos indica evitar las palabras que sean mentiras, calumnias, irrespetuosas o frívolas.

Mentiras son, obviamente, palabras carentes de verdad. Aquí nos encontramos en una encrucijada: si recordamos la información del dr. del Rosario con respecto a lo que es o no verdad. Ahora sí que ¡ya no sabemos ni quién es melón ni quién es sandía!. El punto clave, tal vez, sería buscar el equilibrio en el hablar ya que, en este punto, también se menciona que querer tener siempre la verdad, pudiera inflar nuestro ego y ser dañino.

¡Otro patrón! Recordemos que el “tener siempre la razón” y, en este caso, “la verdad”, es un indicador de que nuestro “ejército de defensa cerebral” está actuando para darnos un presente bonito, coherente y ¡99,9% falso!

Calumnia representa envenenar con palabras a personas o relaciones. Es decir, ¡ser ponzoñosos o chismosos! En mi pueblo, también le llaman “ser liosos”. Sobre las palabras irrespetuosas, pues el nombre lo dice todo: significa faltar el respeto u ofender a otra persona. Finalmente, las palabras frívolas representan hablar sin dar importancia a las cosas o no hacerlo con seriedad y respeto.

Cuarto y quinto punto del Camino Óctuple de Buda: “el actuar correcto” y “el medio de vida correcto”.

El punto cuatro, que nos habla del “actuar correcto”, y el cinco, “el medio de vida correcto”, podemos tratarlos juntos ya que nos hablan acerca de lo que “no debemos hacer, tanto en la vida cotidiana como en la vida laboral”. O sea que ¡no te ganes la vida con el sudor del de enfrente!

“Actuar correcto” se refiere, específicamente, a no matar, no robar y no tener conductas sexuales inapropiadas o dañinas hacia los demás o hacia nosotros mismos. Pudiéramos preguntarnos: “ ¿cómo me robo yo mismo? Pues podría ser robarnos la salud atraves del uso de drogas o del azúcar (si soy diabético) o de la sal (si soy hipertenso), etc. El suicidio sería matarme yo mismo y, respecto a las conductas sexuales inapropiadas y dañinas contra mi mismo, ¡esas de plano les encargo que las investiguen en el internet!

Obviamente, al tratar el punto cinco, “el medio de vida correcto”, cualquier persona que se gane la vida matando, robando o traficando con conductas sexuales violentas o dañinas, quedaría fuera de lugar en el Camino Óctuple. Un ejemplo muy actual pudiera ser el ganarse la vida generando un problema para después vender el remedio o la solución. ¡Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia!

En unos días, te compartiré una última parte de este artículo para encontrar más coincidencias entre lo místico y lo científico que nos inviten al Despertar de la Conciencia. Terminaré de describir el Camino Óctuple de Buda, así como los conceptos de confianza y conciencia, que el dr. del Rosario nos sugiere para percibir mejor la realidad.

Sugerencias

• Como siempre, medita. Si ya me has leído o has escuchado mi podcast, sabrás que siempre recomiendo meditar al menos 10 minutos al día. Si ya tienes un tiempo haciendo estos ejercicios, ahora trata de meditar 20 minutos diarios: 10 en la mañana y 10 en la tarde o en la noche. Recuerda que aquí podrás encontrar algunos ejercicios

• Otro ejercicio para hacer en casa: “Ejercicio de Respiración«. Cuando te encuentres en una situación alterada, ya sea por buenas o malas emociones, te invito a que tomes una respiración profunda y, al exhalar, siente como si te salieras de tu cuerpo, yendo hacia al techo. Mientras haces estas respiraciones, pon en práctica algunos de los conceptos de David del Rosario: trata de ver ponerte en los zapatos de la persona o personas con las que te sientes en conflicto. Intenta ver su perspectiva de la realidad. Intenta ver, si con esta empatía con las otras personas, logras captar la situación que estás viviendo de una manera más positiva

• Ver la película Don´t Look Up o, en español, No miren arriba. En esta tragicomedia, tendremos la oportunidad de ver las distracciones que el cerebro nos plantea y también cómo éstas pueden ser obstáculos para poner atención en cosas que tal vez son más importantes. Si ya la viste, te invito a hacerlo nuevamente, desde la óptica que el dr. del Rosario nos ha dado acerca de la realidad que percibimos. Y, por supuesto, también desde el punto de vista de Buda con el Despertar de la Conciencia