Hoy daremos seguimiento al episodio número 2 del libro, “Caso en contra de la realidad”, de Donald Hoffman, cuyo título es: “Belleza”. Antes de comenzar, les recomiendo leer mis comentarios sobre la introducción y sobre el primer capítulo de este libro si aún no lo han hecho.

El concepto de la «belleza».

Hoffman utiliza el concepto de belleza para continuar desmigajando, de una manera práctica y científica, el hecho de que la selección natural, en esta proyección, ha perpetuado los genes que originan avatares incapaces de percibir la realidad tal cual es.

La belleza puede ser descrita, desde la relatividad de muchas características: altura, peso, aroma, calidad de la voz, movimiento e, incluso, el grosor de la cartera. Pero, en este capítulo del libro, ha elegido concentrarse en los ojos.

Esto no es sólo porque, como decía mi abuela, “los ojos son el espejo del alma”, sino porque los ojos son unas de las cosas que más tiempo observamos durante el día. También hay bases científicas para analizar la belleza tomando como base los ojos.

Ciencia y nuestra percepción de la belleza.

El profesor en psicología, de la universidad de Nueva York, Larry Maloney, además de la profesora en psicología, de la universidad de Padua, Italia, Maria dal Martello, descubrieron que se puede encontrar el parentesco entre dos extraños, mirándolos a la cara. Reportan que se puede obtener más información acerca del parentesco entre dos personas, concentrándose en la mitad superior, que en la mitad inferior de sus rostros.

Antes de proseguir con los ojos, el dr. Hoffman nos dice que: “el hecho de que los genes masculinos den forma a la percepción de los hombres hacia la belleza femenina, no es un hecho que justifique sexismo, patriarcado, opresión, ni discriminación de ningún tipo; de la misma manera en que, no se justifica la existencia del cáncer por el hecho de que se han descubierto genes que pueden influir la existencia de esa enfermedad.

Por otro lado, continúa el doctor, los avances en la “psicología evolutiva”, que sabemos es su consentida, nos dan herramientas para entender y prevenir la opresión y discriminación sexual, de la misma forma que los avances en biología molecular, nos dan herramientas para combatir el cáncer.

La psicología evolutiva también revela que, en otras épocas de la historia de la humanidad, la percepción de la belleza era considerada únicamente como un estímulo del potencial reproductivo. El nuevo rasgo en la evolución es que las relaciones sexuales no solo son para reproducirse, sino también para generar unión, sanación, disfrute y placer.

La percepción de la belleza en diferentes especies.

Para entrar ya en materia, el Doc. Don, como le llamo cariñosamente, nos habla de un caso muy interesante acerca de la percepción de la belleza, ocurrido en Australia. Se trata de una especie de escarabajos, genéticamente atraídos hacia sus hembras, por su color café brilloso. Pues resulta que, allá en Australia, había una marca de cerveza cuyas botellas tenían el color y la brillantez exacta de las hembras de esos escarabajos.

Después de que los biólogos detectaron que la población de dichos escarabajos estaba disminuyendo sorprendentemente, resultó que los confundidos y cachondos escarabajos, estaban copulando con las botellas de cerveza, en lugar de hacerlo con las hembras.

Mi abuela diría: “no es la primera vez que escucho, que un ser masculino cambie a un ser femenino, por unas botellas de cerveza”. Por supuesto, la marca de cerveza se vio obligada, por amor a la conservación de esa especie, a cambiar el color y aspecto de la botella de su producto.

Tal vez, pudiéramos pensar, el que un insecto confunda la belleza de su pareja con una botella se deba a su pequeño cerebro. Sin embargo, no necesariamente es así ya que, podemos declarar, existen mamíferos de gran tamaño, como el alce de Alaska, filmado y fotografiado varias veces, apareándose con una estatua de metal que representa a una hembra de su especie.

En lo particular, creo que eso pudo haberle causado más dolor que placer al alce; sin embargo, sabemos que el instinto animal no es otra cosa más que… “instinto animal”.

Con algo de “pena ajena”, también se pude hablar de los homo sapiens, que tenemos historia desde siglos atrás, de realizar el coito con muñecas sexuales; como se ve representado, en las pinturas de mughal de la India. Por otro lado, y mucho más actualizados, también tenemos el caso de los robots presentados en el “Congreso internacional de amor y sexo con robots”.

Entonces, ¿qué es la belleza?

Tristemente, la respuesta está lejos de ser romántica: la belleza es el veredicto inteligente de múltiples y variados “algoritmos” inconscientes. Cada vez que nos encontramos a otra persona, avatar o sakshi, nuestros sentidos automática e inconscientemente, inspeccionan cientos de datos.

En fracciones de segundos y, a través de siglos de evolución, nos dan información concreta acerca del “potencial reproductivo” de ese espécimen. Es decir: “¿podrá esta persona tener y criar descendientes sanos?”.

Para mí, este argumento apoya científicamente mi concepto de pornografía romántica, de la cual les platiqué en este artículo sobre Pablo d’Ors. O sea, ¿tú crees en el amor a primera vista? ¡Olvídalo! Tus genes gritan: “¡Perpetuar la especie. Perpetuar la especie!”.

De tal modo, cuando decimos que alguien es bello o bella, realmente estamos dando el resultado de una deducción de nuestro inconsciente.

También, es posible que se elija a una persona, que no se nos haga bella o bello, para procrear descendientes. Recordemos que “cotorro mata carita”. Entonces, según la Teoría evolutiva, si no te vas por la belleza, sino por el cotorro o por el billete, los descendientes:

1. No tendrán tanta posibilidad de sobrevivir de una manera sana;
2. Literalmente, morirán; o
3. No se reproducirán y, entonces, esos genes se extinguirán.

Según Hoffman: “así de cruda es la lógica de la selección natural”. Todo se trata de una competencia de genes: en esta esquina, los genes que dan características, con habilidades para sobrevivir; en esta otra esquina, los genes que no dan habilidades, que sólo ayudan a sobrevivir.

Incluso, un pequeño exceso de habilidad de sobrevivencia en un gen, le da la capacidad de pasar de generación en generación. Al mismo tiempo, le da la capacidad de extinguir totalmente a otros genes que no tengan esa habilidad.

Pero, fíjense, qué listos son los genes: ellos no compiten directamente. Como diría el tipo aquél: “avientan la piedra y esconden la mano”. Los genes se expresan a través de características físicas y mentales de los organismos en los se encuentran; desde un humano hasta una bacteria. Esos organismos, de cualquier especie, son los que se dan de catorrazos, físicos o emocionales, para que unos vayan trascendiendo de generación en generación y otros simplemente se extingan.

Desde mi rol de psicoterapeuta, les puedo poner un ejemplo estadístico, actual y práctico: ¿qué pasa con las personas que tienen un bajo índice de resiliencia, de autoestima o de tolerancia a la frustración? Tristemente, se suicidan, ¡así de literal!

Puedo decirles que la prevención de esto, es una de las motivaciones para el despertar de la conciencia de este podcast.

La belleza explicada con el anillo limbal de nuestros ojos

Sherlock Holmes decía que “el éxito de un detective depende de su capacidad para observar los detalles”. Volviendo a los ojos, un detalle en la búsqueda de la belleza del ser humano, es el anillo limbal. Éste es la línea del ojo, entre el área coloreada del iris y el área blanca o esclerótica del ojo.

El doctor nos plática que notó, por primera vez, ese anillo en la famosa fotografía de “la niña afgana”, aquella que fue portada de la revista National Geographic en 1985.

La pregunta aquí es: ¿por qué un anillo limbal tan grueso es tan atractivo? O, mejor dicho, “¿por qué un anillo limbal grueso es símbolo de mayor habilidad?”.

Pues aquí les va la respuesta: para que estos anillos sean apreciados como grandes o gruesos, obvio, deben ser visibles. Para eso, la córnea, o capa transparente que recubre al ojo, debe ser muy clara y sana. Enfermedades como el glaucoma y el edema corneal, pueden opacar la córnea, haciendo menos visible el anillo limbal y, por lo tanto, dar evidencias de enfermedad.

Un pobre metabolismo de las grasas hace que se deposite un residuo lechoso en los ojos, el cual opaca o adelgaza el anillo. Algo parecido se observa con residuos en los ojos cuando hay problemas de calcio; por lo tanto también en huesos y dientes. Para fines prácticos, podemos decir que una gran variedad de enfermedades pueden opacar, obscurecer o adelgazar esa área del ojo. Es decir, información suficiente para deducir que una persona no es apta para que tus genes trasciendan.

Los anillos gruesos son, también, señal de juventud. Obviamente, su tamaño va disminuyendo con la edad. Al principio, esta señal del anillo era para determinar salud y habilidad. Pero, a partir de la evolución y después de investigaciones, el anillo limbal se ha convertido en un rasgo de “si te ves bonito o bonita”.

Hay experimentos bio-psicosociales en los que se muestra la misma fotografía de una persona, una con el anillo limbal grueso y otra, igualita, pero con el anillo limbal delgado. Todos veían mas guapo o hermosa a los que tenían el anillo grueso… aún cuando les enseñaran las fotos invertidas, o sea, paradas de cabeza. Hoffman nos recomienda entonces, retocar los anillos de los ojos en nuestras fotos e, incluso, comprar lentes de contacto con el anillo limbal más grueso. Según él ya están a la venta…

A nivel de genes, los puntos en habilidades son la moneda para tener éxito reproductivo. ¿Qué podemos decir acerca de los especímenes femeninos? Como siempre, sus gustos son más complejos y, obviamente, mucho más habilidosas en todos los sentidos.

Una estrategia de las hembras de diferentes especies es: elegir “un elemento masculino con muy buenas características” y engendrar descendientes con muchas habilidades. La otra opción es elegir “varios compañeros con menos habilidades” y engendrar muchos descendientes con cada uno de ellos. Al aumentar el número de apareamientos, aumentan el número de descendientes y también aumenta la posibilidad de que sus genes sobrevivan y se hereden.

No están ustedes para saberlo, ni yo para contarlo, pero con el correspondiente respeto y ética profesional, puedo presentarles un ejemplo, práctico y contemporáneo, acerca de esto en la especie humana: es el de una consultante que tenía cinco hijos, todos de diferente papá. Con la pensión que le pasaban los papás de dos de sus hijos, habilidosamente, se administraba y mantenía también a los otros tres hijos, cuyos padres no aportaban nada económicamente, ni en ningún otro aspecto.

¿La belleza es un reflejo de que no percibimos la realidad tal cual es?

Para cerrar esta síntesis acerca del estudio de la evolución de la belleza, el dr. Hoffman puntualiza: “nuestros estudios acerca de la belleza son bases que nos sirven para continuar enfrentando nuestra pregunta central: ¿percibimos la realidad, tal como es?”.

Hoffman nos da la siguiente conclusión: si nuestros sentidos han evolucionado y se han formado por la selección natural, entonces, el espacio-tiempo y los objetos físicos, como la belleza, “existen únicamente” en el ojo del espectador. Por lo tanto, ellos nos informan solamente acerca de habilidades y no acerca de la verdad ni la realidad objetiva.

¡Fuertes declaraciones! Pero lo que nos comparte Dr. Don en este capítulo está fundamentado científicamente. No cabe duda que este “caso en contra de la realidad” se va convirtiendo en un importante parteaguas en la concepción de la proyección en que levitamos.

Por último, no está demás decirles recomendarles leer mis resúmenes de la introducción y del capítulo 1 de este fabuloso libro. Pronto les estaré compartiendo el tercer capítulo en este blog sobre el despertar de la conciencia.