El principio hermético de correspondencia, nos dice que «como es arriba, es abajo; como es adentro es afuera». Y afirma que esto se presenta en los planos físico, mental y espiritual.

Como siempre en este blog, te comparto mi camino hacia el despertar de la conciencia mediante una recopilación de información y experiencias esperando que te sean útiles para lograr cualquier objetivo que te interese a nivel existencial. Espero te encuentres fluyendo o enfrentando una situación de vida que te esté dando un aprendizaje para evolucionar.

En este artículo, quiero platicarte acerca del “principio hermético de correspondencia”. No te asustes con el nombrecito, ¡está muy fácil y lo vivimos a diario!

Todo inicia con Hermes Trismegisto que significa “el tres veces grande”. Se cree que existió en Egipto, tal vez por los años 2500 – 2000 a.C., ya que parece haber vivido en la misma época del Abraham bíblico.

Hermes Trismegisto es mencionado principalmente en la literatura de lo oculto que, la verdad, eso se ve muy antiguo porque, en estas épocas, ya nada está oculto…

Lo «oculto» se refería, en esa época, o se refiere incluso actualmente, a las prácticas como la magia, la percepción extrasensorial, astrología (que ahora todo mundo se anda haciendo su carta astral hasta en internet), espiritismo, adivinación y, sobre todo, la alquimia. Esta última era como la química de nuestros días. Se basaba en el estudio y la experimentación de los metales y de los elementos que se conocían en la antigüedad y en la edad media.

Sin embargo, para los hermetistas o seguidores de Hermes (y para algunos otros), la alquimia era como un lenguaje de códigos o mensajes que usaba figuras y símbolos que les permitía lograr, orden y equilibrio tanto en lo físico como en lo mental y lo espiritual.

Más actualmente, Wouter Hanegraaff, en la edición del 2005 de su diccionario de sabiduría y esoterismo occidental, nos cuenta que los estudiosos de aquella época decían, al igual que muchas otras filosofías y religiones, que el hermetismo también estaba basado en la teología antigua. La teología es el estudio de Dios y viene de las raíces griegas theos (Dios) y logos (estudio).

Hanegraaff nos comenta, también en su libro, que esta teología antigua afirma que solo existe una y verdadera teología en la que se basan todas las religiones y creencias; que fue dada tal cual por Dios al hombre en la antigüedad. ¿Qué tal?

Ahora, Hermes es considerado el sabio o padre de la alquimia. Incluso, algunos pensadores de esa época, le atribuyeron estudios importantes de esta práctica como la llamada “tabla de esmeralda”, que no voy a explicar qué es pero si les voy a decir que esa tabla o escrito fue traducida al inglés por el mismísimo Isaac Newton. ¡Así es! Newton, el que describió la gravedad, y las leyes de la física clásica que rigen hasta nuestros días; causales de muchos reprobados en la secundaria y en la preparatoria. Bueno, pues ese Newton tradujo personalmente al inglés, ese documento que, se cree, escribió Hermes.

Después de todo este chapuzón de información, lo que nos interesa es que, se supone, que Hermes también escribió “Los siete principios herméticos”, la base para crear la filosofía o Doctrina Hermética. Digo “se supone” porque, ya desde aquella época, se decía que las cosas eran escritas por alguien famoso, aunque no lo fueran, con tal de que el escrito tuviera fuerza y popularidad y probablemente tuviera muchos likes.

La filosofía del hermetismo, además de todo eso oculto que ya describimos, se basaba en conocer a Dios y alcanzar su sabiduría mediante la piedad y la contemplación.

Pero, ¿qué es la contemplación? Es otra manera de meditar o de hacer oración o de concentrarse en el aquí y en el ahora. Todo esto con la finalidad de conectarse con la unidad, Dios, la conciencia o la creatividad humana y así recibir las ideas, los insights o paquetes informativos de cualquier fuente en la que tú creas. Es más, ¡era conectarse con el internet original!

Con Hermes, podemos reconocer el patrón de la inspiración, la comunicación y la información obtenidas a través de mediadores espirituales que, se cree, le enviaban la información para alcanzar la “conciencia auténtica”. Eso lo podemos encontrar también con otros personajes como Eckhart Tolle, Buda y otros maestros.

Algunos teólogos condenaron a Hermes o consideraron su doctrina como una amenaza para sus religiones o filosofías. Sin embargo, también muchos escritores cristianos reconocidos, como Tomás de Aquino, lo consideraron como un sabio profeta que, incluso, dicen que predijo la llegada del cristianismo.

Independientemente de todo, la verdad es que su impacto y el de sus escritos fue tan importante que influenció a las doctrinas más antiguas, incluyendo las de la India, que existen aún en la actualidad.

“El principio de la correspondencia”.

Te quiero contar sobre el Segundo Principio Hermético: el Principio de la Correspondencia, que nos dice que “como es arriba es abajo; como es adentro es afuera”. Hermes afirmó que este principio se manifiesta como una armonía entre los planos físico, mental y espiritual que están conectados y relacionados.

De tal modo, “si una área se ve influenciada en cualquier sentido, las otras también lo serán”.

Ahora, para relacionar lo anterior, quiero traer el concepto de “meta nivel” o “ver las cosas desde una visión más amplia y, me gustaría, lo vayamos desmenuzando mediante un ejemplo:

En mi rol de microbióloga en esta proyección o sueño, me tocó muchas veces ver cosas bajo el microscopio. Antes de que este aparato se inventara, la gente pensaba que las cosas eran sólidas, líquidas o gaseosas y nada más. Quiero imaginarme cuando el inventor del microscopio, Zacharias Janssen lo utilizó por primera vez y se dio cuenta de que, algo que tal vez parecía inanimado o uniforme, realmente estaba formado por unidades más pequeñas e, incluso, pudieran tener movimiento.

También, nerd al fin, adoro pensar en la sorpresa de Robert Koch en 1882 cuando pudo ver a la bacteria de la tuberculosis que, aunque no fue el primer microorganismo observado bajo el microscopio, si fue uno que marcó un momento histórico.

En 1908, el químico y matemático John Dalton, había descrito su sospecha de la existencia de los átomos y decía que eran las partículas más pequeñas. Sin embargo, fue hasta la invención del microscopio de barrido que los átomos pudieron observarse y se pudo comprobar científicamente o empíricamente, la existencia de los átomos.

A lo que voy con lo anterior es que las cosas que observamos a simple vista estan formadas por moléculas, éstas por átomos (que Dalton creía que ya no tenían divisiones) y, resulta, ahora sabemos que están formados por partículas más pequeñas como protones, neutrones y electrones. Actualmente, ya está comprobado que los neutrones y los protones tienen en su estructura entidades más pequeñas llamadas quarks.

Así, siguiendo el mismo patrón de imaginar o soñar, observar, experimentar o crear cómo llegar y finalmente alcanzar y comprobar, lo cual es un procedimiento conocido como método científico; llegamos a la ahora muy popular física cuántica.

De una manera muy práctica, en su libro “Verdades y mentiras de la física cuántica” el Doctor en ciencias físicas de origen español, Carlos Sabin nos presenta al Doctor Schrodinger como uno de los padres de esta ciencia ya que, junto con otros colegas y sus teorías y cálculos matemáticos, permitió una mejor comprensión de lo que sucede en el mundo más pequeño que los átomos. ¡Me encanto!

Mucha gente andamos alborotados con la física cuántica. Sin embargo, el Dr. Sabin nos describe cómo la física cuántica sólo se aplica en sistemas de muy pocas partículas. Por ejemplo, sistemas de átomos, electrones, fotones que son partículas (por ejemplo de luz), o en sistemas más grandes pero que están en condiciones muy especiales. Por ejemplo, a temperaturas exageradamente bajas. También se nos habla de las computadoras cuánticas que están creando, (de seguro ya las han de tener listas) y que serán capaces de hacer predicciones y cálculos no logrados hasta ahora cibernética ni humanamente.

¿Qué hay más allá de esas partículas cuánticas? Pues se habla también de “los campos cuánticos” o, mejor dicho, de la “teoría cuántica de los campos”.

Sin embargo, la verdad es que ahí andan ya los científicos en la proyección o matrix haciendo sus predicciones matemáticas y realizando sus experimentos porque, ahora resulta, en un campo (digamos) magnético, en el que entró un átomo, en lugar de que salga el mismo átomo solo, este sale acompañado con una partícula de luz o fotón.

¿Qué dicen ahora los físicos cuánticos como el Dr. Carlos Sabin? ¿De dónde ha salido ese fotón? La verdad es que todos sabemos que, tarde o temprano, al igual que con los microscopios y todos esos programas de computadora, encontrarán la respuesta. Cada vez encontrarán o “proyectarán” cosas más y más pequeñas. Como decía mi abuela: ”¡Dios mío! ¿A dónde vamos a llegar con todo esto?”…

Lo realmente interesante es que todas esas cosas que predicen en la física cuántica con matemáticas y estadísticas, tienen un patrón de correspondencia con los mensajes que los místicos e iluminados han recibido con experiencias y coincidencias. Ese patrón es “que no se han comprobado científicamente”. Aún más interesante es que, tal vez, solo las estamos proyectando. Para mí, ¡son una proyección! Muy entretenida, por cierto.

En tal caso, podemos preguntarle a Elon Musk, alias Tesla, que nos cuente más acerca de su idea de que vivimos en una simulación. Sí, tal cual como en un videojuego. Pido ser la gurú que puede volar!

En un documental, le preguntaron a Musk: ¿qué tal si tu eres un avatar que viene de una realidad más elevada a decirnos que nos demos cuenta que somos avatares? Musk respondió: “Tal vez”.

Claro que este tema de las matrix cibernéticas se ha visto de una manera, lo más científico posible, desde hace tiempo. Sin embargo, se hizo popular ahora que Elon Musk dijo que “esto, llamado realidad, podría ser una simulación”. Como con Hermes, si lo dice alguien famoso, la idea tiene más fuerza. ¿Cómo? ¿Otro patrón? ¡Órale!

Una de tantas fuentes de información acerca de estos comentarios de Musk me llamó la atención: una entrevista que le realizó Joe Rogan, un comediante y comentarista norteamericano que tiene un podcast. En él, entrevistó a Musk y éste volvió a comentar acerca de que “existe la posibilidad de que esta realidad sea una simulación”, refiriéndose a una simulación cibernética o un programa de computadora tipo Xbox.

Lo que más llamó mi atención en esa entrevista fue que también se habló del tema de los cyborgs, el cual sería, en esencia, un sistema máquina-hombre en el que los mecanismos de control de la parte humana son modificados desde afuera por medicamentos o dispositivos que lo regulan para que pueda vivir en un entorno diferente al normal. Ante esto, Musk comentó:

«Ya todos somos cyborgs. Simplemente, al usar un celular nos volvemos más inteligentes o con una mejor posibilidad de usar nuestra inteligencia».

Cuando escuché eso, recordé unas palabras de Albert Eistein: “temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas”. Interesante la proyección o sueño, ¿no?

Otro detalle atractivo fue cuando Joe mencionó que “si ya las máquinas harán todo el trabajo (incluso el intelectual) y pensarán mejor que un ser humano (como tal vez lo logren las computadoras cuánticas), los humanos quedaremos como unos costales o monigotes inútiles”. Y pensé:

“¡Momento¡ ¡Eso pasaría si tú estás identificado con tu cuerpo o tu mente pero no con tu verdadera esencia que fluye, a mi parecer, libre en el infinito y la eternidad”.

De hecho, hay quienes proponen que toda esta proyección no es más que un hermoso y fluido campo de energía, de ondas, interacciones y patrones pero… ¿qué creen? Eso aún no se comprueba científicamente. Sin embargo, tal vez este sería un oportuno momento para darnos permiso de ser tocados por la divinidad, de tal manera que podamos imaginarlo e, incluso, proyectar ese campo energético. O, tal vez, podamos hacer silencio y meditar contemplativamente y, entonces, la respuesta quizá nos llegue de lo divino.

Sugerencias.

1. Buscar señales de comunicación de la fuente u origen con la proyección o realidad. Por ejemplo mensajes de los “filósofos contemporáneos” como Julieta Venegas (Eres para mí. Me lo ha dicho el viento. Eres para mí. La sombra que pasa, la luz que me abraza. Tus ojos mirándome”. Otro “filósofo contemporáneo”: Timbiriche (tú y yo somos uno mismo). También en imágenes, aromas, palabras, ciclos y más
   
   
2. Continuar meditando 10 minutos diarios. Podemos cambiar de guiada a contemplativa o alternar ambas. Por cierto, en YouTube, he subido estas dos meditaciones guiadas mías de 10 minutos
   
   
3. Ver la película Galaxy Quest o “Héroes fuera de órbita” con Tim Allen (el que hace la voz de Buzz Lightyear en Toy Story en inglés), Alan Rikman (el que hace el papel de Severus Snape en la saga de Harry Potter) y, muy jovencito, Sam Rokwell (el que se sacó un Oscar como mejor actor de reparto en la película Tres anuncios por un crimen. Galaxy Quest es una película de 1999. Está acartonada, con antiguos efectos especiales. Los invito a que la vean y se la imaginen como una obra de teatro de su escuela. El objetivo es, con humor y aventura, ver cómo a veces podemos confundir como realidad algo que no lo es.