¡Hola, soy la Doctora Sakshi!

Estoy viviendo la experiencia de que esta realidad es verdaderamente un sueño o proyección. Esto me ha llevado a un estado de paz y dicha fascinantes. ¿Te gustaría conocer cómo lo estoy logrando? ¿Te gustaría lograrlo tú también? ¡Si tu respuesta es sí, continúa leyendo este blog.

Inicio contándote que soy mexicana. A nivel académico, tengo licenciatura como química clínica bióloga, especialidad en microbiología médica; maestría en terapia familiar y doctorado (de ahí viene lo de “doctora” en el nombre de Doctora Sakshi) en consultoría de sistemas humanos el cual incluye trabajo con familia, empresa y escuela. También tengo certificación como coach empresarial y un buen de diplomados: tanatología, microbiología de alimentos, narrativa testimonial, cine de arte, programación neurolingüística, hipnosis ericksoniana, sexualidad humana, y más…

Asisto anualmente a congresos nacionales e internacionales. Los que son respecto al área biológica les denomino “preparación para el cuerpo” y los que son respecto al área psicoterapéutica los clasifico como “preparación para la mente”. Asimismo, asisto a retiros, cursos, asesorías, conferencias, consulto libros, podcast, videos, etc., de todo lo que hable de filosofía y física cuántica. A estas dos áreas que, a primera vista, parecen tan extremas, les llamo “despertar de la conciencia”. De esa práctica y conocimiento, viene lo de “sakshi”, palabra sánscrita que en español significa “testigo”.

Hablo español, inglés, francés y unas cuantas palabras en sánscrito. Tengo un libro publicado y he participado en dos libros colectivos.

Profesionalmente, me desarrollo como psicoterapeuta, coach emocional, coach empresarial y terapeuta transpersonal. Desde hace muchos años, lo hago presencialmente. Sin embargo, desde la pandemia, ejerzo en línea con consultantes en varios estados de la República Mexicana y de Estados Unidos.

Tengo 33 años de casada y tres hijos ya todos adultos. Adoro a los animales; me fascinan los gatos. Sin embargo, los perros me roban el corazón.

Toda mi vida he hecho mucho ejercicio físico como natación, spinning (en el cual estoy certificada como instructora); en karate soy cinta café avanzada.

Actualmente, practico hatha yoga y camino una hora diaria como ejercicio físico. También practico yoga nidra y karma yoga; hago meditación de varios tipos como ejercicio, digamos, espiritual. Aunado a esto mantengo estudios académicos como ejercicio mental.

Soy fanática de aprender cosas nuevas, integrarlas con lo que ya conozco y aplicarlo en mi vida cotidiana. Pero, más que todo, compartirlo con los demás. Creo que esto último es lo que me ha motivado a incursionar en esta experiencia, combinando el despertar a la conciencia y la cibernética.

Como se pueden dar cuenta, toda mi vida he sido muy dedicada al estudio, lo que se puede decir “una nerd”. Esta es mi principal adicción: el aprendizaje.

Mis padres eran investigadores en el área clínica, sobre todo mi papá, literal un científico. Así que la investigación la llevo tatuada en los genes y, como se dice coloquialmente, “la mamé desde niña en mi hogar”.

Como es natural en la mayoría de los seres humanos, siempre me he formulado las preguntas existenciales básicas de “quién soy”, “dónde estoy” y “para dónde voy”; “el cómo y el para qué” de las cosas.

Igualmente, siempre me ha llamado la atención las incoherencias de por qué o para qué las cosas no son como se supone que deben de ser:

¿Por qué a la gente buena le pasan cosas malas? ¿Por qué si el mundo nos da la vida, lo estamos destruyendo? ¿Cómo es posible que los sonidos, imágenes y demás puedan insertarse en diferentes dispositivos y reproducirse a voluntad?

Algo que también me ha sucedido desde que tengo uso de razón, es que estoy en un lugar raro o equivocado al que no pertenezco y que, de alguna manera, alguien siempre me está observando.

Todo esto es un sueño.

Después, ya mayor, con una carrera, un matrimonio, hijos, vida social, viajes y recursos materiales con los que, podríamos decir, “cualquiera pudiera desear para ser feliz” pues… ¡yo no lo era! Y no solamente no me sentía feliz, sino que también me sentía frustrada y continuaba sintiéndome fuera de lugar, de mal humor y deprimida.

Llegó un momento en el que pensé: «¿así es?…¡¿Así va a ser siempre?!»

Todo me parecía una incoherencia total. Pasé mucho tiempo leyendo y asistiendo a terapias psicológicas y, posteriormente, a retiros y prácticas espirituales. Hasta que por fin, llegó mi momento al que muchos llaman “momento ajá”, “eureka” o “despertar”. Esto sucedió cuando escuché la frase: “todo esto es un sueño”.

¡En ese momento, todas aquellas cosas sin sentido se alinearon y me llenó una claridad y una paz que jamás había experimentado!

¡Era lógico! La única forma en que todos los sentimientos y acontecimientos locos que me preguntaba y experimentaba tuvieran sentido era, nada más y nada menos, que se trataran de un sueño.

¿Por qué? Porque en los sueños nada tiene sentido. Un sueño puede iniciar en que eres una adulto corriendo y de pronto eres un bebé en la casa de tus padres. Eso sin antes estar hablando con algunas jirafas. Puedes ver a tu hermana mayor como si fuera tu hija y percibirlo como lo más normal del mundo. ¿Y qué tal esos sueños taaan reales en donde vives experiencias o convives con personas y lo sientes cien por ciento real: con emociones y sensaciones totales?

El despertar de la conciencia.

Cuando viví esta experiencia a la que muchos llamamos “despertar de la conciencia”, mi atención y, en consecuencia mi energía, se dirigieron más específicamente a investigar y practicar este enfoque de el soñador y el sueño; el observador y lo observado; la conciencia y el ego; la luz y la proyección… y muchas otras formas de llamar a este fenómeno o visión de la realidad, existencia… o lo que sea.

Me lancé llena de placer en un clavado al océano de información acerca de todos estos aspectos: desde el punto de vista de las antiquísimas filosofías orientales hasta la contemporánea física cuántica, pasando por los filósofos occidentales y los maestros espirituales contemporáneos, religiones, ciencias como la física, química, biología, sentido común y hasta sabiduría popular.

Esto me está permitiendo hacer una revisión y recopilación, a mi parecer, muy interesante y que me motiva aún más a este nuevo estilo o conciencia de fluidez constante, así como encontrar sentido a una experiencia extraña que tuve y que en su momento no le di importancia.

Mi anhelo es compartir con ustedes lo que he encontrado y vivido hasta este momento. Compartirles ejercicios e información que me han funcionado y que, estoy segura, también a ustedes puede ayudarles a encontrar el estado de fluidez o estado emocional que les gustaría lograr. Asimismo, continuar integrando nueva información y experiencias acerca de este tema.

¿Cómo ves? ¿Te animas? ¿Te avientas a fluir conmigo en este recorrido y juntos ir conociendo, aportando y experimentando este despertar?

Si tu respuesta es “sí” continúa leyendo mi blog o escucha mi podcast. ¡Sígueme en Facebook, Instagram o en Tiktok!

Soy la Doctora Sakshi y estoy segura de que ¡volveremos a encontrarnos!